Mis tres reflexiones del Betis-Osasuna
El Betis de Pellegrini venció y volvió a convencer en el regreso de un Álex Moreno fundamental
SEVILLA — Un 4-1 contundente selló el Real Betis ante Osasuna. La jornada 30 llegó después de un parón que le se ha servido a los de Pellegrini para recuperar su esencia. Verticalidad y mucha presencia en campo rival. Aquí van mis tres reflexiones:
Álex Moreno o nada, esa es la cuestión: a Pellegrini le ha dado la tarde un tal Alexandre Moreno. Un mes después de su último partido, el lateral ha vuelto por todo lo alto a un Benito Villamarín que le ovacionó en el 90’ por méritos más que innegables. Álex ha sido todo un martillo pilón ante los de Arrasate. El Chimy Ávila terminó desquiciado ante un lateral del que no se pudo ir en todo el partido. Pero, además de la solidez de su defensa, Álex Moreno regresó para activar las importantes ausencias de las últimas semanas verdiblancos. La profundidad del catalán, esa ansiada búsqueda que al Betis no le llegó en choques importantes, ha sido clave para que Joaquín aporte espacios a la espalda de la defensa rojilla con su calidad; para que Juanmi pueda volver a vivir en el área y rascar de donde casi no hay; y para que todos puedan moverse entre líneas sin miedo a atascarse, por que la banda izquierda da siempre amplitud y mucho movimiento por detrás del rival.
La creatividad nace de la libertad mental: y el descanso agiliza la recuperación de la estabilidad física y mental. El Betis ha jugado 47 partidos oficiales en lo que va de temporada, pero, recientemente, las costuras se le notaban más que nunca a los de Pellegrini, espesos con y sin balón. La de Osasuna es la segunda victoria en nueve partidos que cosecha el Betis (junto al 1-0 frente el Athletic), si bien logró dos clasificaciones entre medias con las tablas ante Rayo y Zenit. Pero la realidad es que los verdiblancos se aquejaron mucho de la acumulación de trabajo y la preparación de cada partido podía ser excesivamente modesta. Ahora, con partidos cada siete días (en su mayoría), al Betis se le ha notado muy fresco de ideas y liberado de sus ataduras. Y es que cuatro han parecido pocos goles para lo que ha generado el equipo tras una etapa ardua de superar.
Se necesita un cuarto central de garantías: Víctor no es un fijo para Pellegrini, pero tiene que responder cuando el contexto le requiere. El central ha dado el cante ante Osasuna en el único gol de los de Arrasate, al no imponerse en el aire ante un Budimir que remató a placer. Víctor suele llegar a los balones con tardanza y no ejecuta despejes con contundencia. Suele comportarse de manera sólida y tiene buen trato de balón, pero la situación en la que se haya el Betis necesita de un correturnos que aporte confianza en el área propia. Un compañero de viajes que pueda calzarse las botas para no faltar a la seguridad del resto del bloque. Quizá Luiz Felipe sea la pieza perfecta para cerrar el grupo de cuatro que, posiblemente, completen Bartra, Pezzella y Édgar. Pero aún quedan nueve partidos, con una final incluida, y el joven Édgar merece más oportunidades por lo méritos demostrados hasta el momento, por encima de los errores que lastran de Víctor Ruiz.
Hasta aquí mis reflexiones del Betis-Osasuna. ¿Cuáles son las tuyas después del 4-1? Déjalas por aquí abajo, en los comentarios; o en redes sociales. Y si no estás suscrito, hazlo por aquí abajo para no perderte ningún contenido del Betisdiario 👇🏻