Mis tres reflexiones del Cádiz-Betis
Nadie puede con los de Pellegrini, que levantaron un 1-0 en siete minutos para sumar tres de nuevo
CÁDIZ - Pellegrini llegó a Cádiz con una firme convicción: ganar. No ha sido fácil, pero el chileno dio con la tecla en la segunda parte y logró batir a un correoso equipo, que pudo incluso ponerse 2-0.
No pueden con el Betis. Porque ha quedado claro que este equipo es diferente. Si bien se pueden bajar los brazos cuando el contexto es favorable, los jugadores siguen remando, pero sin rechazar la esencia de su fútbol. Hay que mejorar la fluidez en situaciones en las que el bloque bajo rival dificulta la profundidad, pero el tesón y la constancia son inexorables en este Betis. Creer, creer y creer para luchar por todo. La serenidad es superioridad.
El talento de Fekir tiene que ser más protagonista. Ha sido un mago de nuevo. Y eso que le costó arrancar al comienzo del partido. Pero su segunda parte ha sido caviar futbolístico. La entrada de Fekir ha liberado tanto al Galo que ha vuelto locos a todos los cadistas en el césped. Y, de eso, se han beneficiado Joaquín, Canales (con más consistencia en la medular) y, sobre todo, Tello. Al extremo le ha venido de fábula la confianza que ha abrazado Fekir no solo por la asistencia del genio para el 1-1, sino porque Tello ha tenido libre el carril para alejar la pelota de Bravo y buscar más el área rival como equipo. Fekir tiene que soltarse y hay que encontrarle más fluidez.
Bellerín vuelve a ganar el duelo a Sabaly. Ha sido una pena, pero el nigeriano no ha estado fino hoy en Cádiz. Lento y errático, ha bloqueado la verticalidad en el carril diestro y a Canales le ha sentado mal no poder combinar en su lado. La entrada de Bellerín ha soltado a Joaquín, lo que ha concatenado la liberación de Fekir, la solidez de Canales… Una reacción en cadena. Y es que, hoy por hoy, Héctor es titular indiscutible. Y, creo, que debería serlo también la próxima temporada.
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